Paco Ureña se ha ganado el respeto de los aficionados más críticos como pocos toreros han conseguido hacerlo en los últimos tiempos. Es uno de los pocos privilegiados que cuentan con el máximo respeto de profesionales y aficionados y a su vez, uno de los consentidos de la afición venteña.
El hecho de proclamarse triunfador de la temporada pasada supuso el punto álgido de una trayectoria irreprochable, de entrega absoluta a la profesión. Aunque no sea figura, y me temo que no vaya a serlo nunca, Ureña se ha ganado el derecho a elegir qué matar y dónde torear. Sin embargo, desde hace un par de temporadas parece no querer ver ni en pintura las ganaderías que tanto le dieron en su momento. El de Lorca lleva desde julio de 2018 sin lidiar un toro cárdeno y puede que vaya para largo, pues en San Isidro está anunciando las tres tardes con ganaderías comerciales. Es de justicia exigir en los despachos lo que has ganado en el ruedo y por eso Ureña debe tener hueco en los mejores carteles de las ferias, pero entrar en los carteles de figuras no es incompatible con pedir matar una de Albaserrada.
Analizando su trayectoria, estuvo prácticamente en el olvido desde que tomó la alternativa en 2006 hasta 2013, relegado a matar cualquier tipo de encastes. A partir de una actuación clave en Las Ventas en el mes de agosto de esa temporada, consiguió repuntar su carrera y en los años siguientes (2015-2017) obtuvo triunfos importantes, muchos de ellos con el encaste Albaserrada en plazas como Madrid, Sevilla, Bilbao y Pamplona. El fatídico percance sufrido a finales de 2018 que le provocó la pérdida de un ojo, parece que supuso otro punto de inflexión en su carrera. Volvió el año siguiente en mejores carteles y matando ganaderías de “máximas garantías”. Y aunque en el gráfico se observe como también había matado previamente varias corridas de Domecq, lo cierto es que dentro del encaste hay una amplia variedad y es en 2019 cuando consiguió verse anunciado de forma constante con las ganaderías punteras como Cuvillo, Juan Pedro, Garcigrande o Zalduendo. La temporada de su consagración fue también la de menos diversidad ganadera. Durante la última campaña, toreó 29 corridas en Europa y el 87% de los toros lidiados fueron de encaste Domecq. Ni rastro de vicotrinos, adolfos y escolares.
Sorprende que un torero que tan de frente ha toreado los toros de Albaserrada ahora les de la espalda. Ureña no se puede permitir pasar a ser uno más, ojalá no abandone a los grises ni a sus partidarios. Matar la victorinada en Murcia podría ser la mejor forma de volver -parcialmente- al lado gris.
Es el mejor matador que hay actualmente. Para mí mejor que Roca Rey, lo que pasa es que es un Matador poco comercial. Si al Juli o Cayetano le hubiese pasado lo del ojo, le hubiesen dado mucha más publicidad y lo hubiesen cotizado en los despachos. Pero el negocio taurino está muy cerrado para unos cuantos que tienen la sartén por el mango. Es un crimen que no esté en la feria de abril.