Si algo caracteriza a la afición catalana actual es su grado de implicación para defender y promover la cultura taurina. Ayer, cerca de dos centenares de aficionados militantes se juntaron en la finca de Cucala (Alcalá de Chivert, Castellón) para disfrutar de la II Fiesta Campera de UTYAC.
Rubén Pinar, Varea, Colombo y Maxime Solera mataron cuatro novillos de Santafé Martón. La suerte quiso que a Rubén Pinar le correspondiera el novillo más bonito, pero resultó bruto en comportamiento. Pinar estuvo firme y mostró el poder que tiene con los toros, dejando buenos muletazos sobre todo por el derecho.
A Varea le tocó un gran novillo con mucha calidad al que hizo lo más destacado de la matinal. El de Almazora demostró el gusto que tiene toreando y pudo disfrutar tanto él como los aficionados presentes. Torero y ganadero recibieran una calurosa ovación desde el ruedo.
El venezolano Jesús Enrique Colombo entró en sustitución de Javier Cortés, que toreaba la corrida aplazada por lluvia en Saint Martin de Crau. Colombo entendió a un novillo complicado que no se lo puso nada fácil. A pesar de su juventud dejó patente su dominio técnico.
Por último, el novillero Maxime Solera se las tuvo que ver con el utrero más deslucido de todos al que realizó una faena de cercanías.
Antes, había salido una vaca con un buen pitón izquierdo que la torearon los alumnos de la Escuela Taurina de Catalunya Cristian Alfaro y Víctor Checa y también pegó dos tandas el novillero Andrés Gil.
En labores de lidia ayudaron los banderilleros catalanes Omar Guerra y Fernando Casanova y participó también José Manuel Mas. Carlos Martínez, otro banderillero catalán, se hizo cargo de la puntilla, dejando dos puntillazos de nota. Puchano y José Vicente Sanz picaron los cinco animales que se torearon en la Fiesta Campera.
Posteriormente, toreros, socios de UTYAC y resto de aficionados comieron en el comedor de la finca donde pudieron compartir opiniones antes de poner rumbo a Barcelona.