El próximo 1 de mayo, se cumplirá el 122 Aniversario de la inauguración de la actualmente abandonada Plaza de Toros de Figueres. Por este motivo, la Fotocrónica Taurina Catalana de esta semana queremos dedicarla a este emblemático coso gerundense.
Los primeros escarceos taurinos en la capital del Alto Ampurdán son previos a la construcción de la actual plaza, toda vez que anteriormente había existido otra de mampostería y madera. Enclavada también en la calle de Alfar, si bien de muy reducidas dimensiones puesto que, con dificultad, podía albergar a unos 1.500 espectadores, siendo inaugurada el día 4 de julio de 1886, con el debut de Miguel Navarro “Cartagenero“. Con el aumento de la afición y el interés que despertaba la Fiesta en las vecinas comarcas francesas, la antigua plaza resultaba del todo insuficiente para albergar el cada vez más creciente número de espectadores y se pensó en la edificación de otro coso mayor y con mejores condiciones e instalaciones.
Fue un gran aficionado a los toros, don Pablo Gelart Galter, que a la vez reunía un temperamento dinámico y emprendedor, el que llevara a cabo la entonces nada fácil empresa de edificar una Plaza de Toros, no reparando en gastos ni en cuidar el menor detalle. La nueva plaza, que es la actual, fue situada en el entonces ensanche de la ciudad, entre las calles de Vilallonga, Progreso y Alfar. Tiene forma de un octógono con sus ángulos achaflanados y su fachada es de estilo mozárabe. Consta de dos pisos, con tendido, gradas y 40 palcos, siendo su capacidad para 7.500 espectadores, con posibilidaid de llegar a los 8.000, habiendo sido con el tiempo objeto de constantes reformas y mejoras. Esta plaza fue inaugurada con dos corridas de toros que tuvieron lugar en los días 3 y 4 de mayo del año 1894, coincidiendo con las tradicionales Ferias y Fiestas que la ciudad de Figueres dedica a la Santa Cruz. En la primera, se lidiaron seis toros de la ganadería de doña Celsa Fontfreda, viuda de Concha y Sierra, siendo estoqueados, con clamoroso éxito, por el entonces renombradísimo primer espada, Manuel García “Espartero“, y por Joaquín Navarro “Quinito”. En esta corrida, los precios oscilaron desde las cien pesetas los palcos con doce entradas, a las tres que costaba la entrada general en los tendidos de sol.
La actividad que se ha desarrollado en dicha Plaza de Figueres a partir de aquella fecha de su inauguración, ha sido realmente extraordinaria y por ella han desfilado un buen número de los mejores diestros de todos los tiempos, entre los que podemos citar a Espartero, Quinito, El Gallo, Guerrita, Pabrilo, Reverte, Mazantini, Algabeño, Chicuelo, Machaquito, Falco, Punteret, Luis Freg, Limeño, Valencia II, Dominguín, Pedrucho, Pablo Lalanda, P. Bejarano, Pastor, V. Barrera, Villalta, Armillita Chico, Cagancho, Niño de la Palma, Carnicerito de Méjico, Noain, Corrochano, Manolo y Pepe Bienvenida, etc.
Después de la Guerra de Liberación, volvió la plaza figuerense a recobrar su actividad. A mediados de los sesenta con la masiva afluencia de turistas a nuestra Costa Brava, la plaza de Figueres adquiere gran notoriedad y programa una gran cantidad de festejos aprovechando el gran contingente de espectadores foráneos. En esa brillante nueva época, desfilan por el coso de Figueres, entre otros, Joaquín Bernadó, Antonio Bienvenida, El Andaluz, El Estudiante, Rovira, Isidro Marín, Pedrés, Vázquez II, Aparicio, Murillo, Curro Girón, Paco Camino, Chamaco, El Cordobés, Patón y muchos otros, aparte de un extraordinario número de novilleros cuya relación nos haría interminables.
Gran continuador de la obra de su padre, fue su hijo don Mario Gelart Margall, que en 1969 cumplió sus Bodas de Oro como empresario, ostentando el decanato entre los empresarios españoles. Don Mario Gelart, debutó como empresario en una corrida celebrada el 3 de mayo del año 1919, cuyo cartel lo componían los matadores Malla, Punteret y Freg, que despacharon seis toros de la ganadería del Duque de Veragua, siendo muy probable que la corrida más importante que organizó fue la celebrada en el año 1934,con toros de Clairac y la actuación de El Gallo, Chicuelo y Cagancho. Pero sus actuaciones como empresario no las limitó el señor Gelart Margall, exclusivamente a la plaza de Figueres, sino que durante este dilatado tiempo fue empresario de las de Olot, Ripoll, Vic, Girona, Lleida, Játiva, Zamora, Salamanca, Valencia, Barcelona y Madrid y, en Francia, de las de Colliure, Argeles, Arles, Ceret, Beziers y Perpiñán, habiendo incluso presentado unas corridas de toros en el año 1933 en el Circo de Invierno de París. El espectáculo presentado en la capital francesa era eminentemente taurino, con ganado español, y junto a él se integraba una parte folklórica en la que se daba cabida al de las diversas regiones de España; también presentó la banda de “El Empastre“; todo ello cuidado hasta el último detalle de vestuario y presentación. La presentación del mismo resultó muy positiva y se mantuvo en cartel durante tres semanas con un éxito rotundo y continuado.
Con ocasión de conmemorarse el 75 Aniversario de la inauguración de la plaza y, especialmente, de las Bodas de Oro del mencionado empresario, en reconocimiento a su incansable labor realizada en pro de la Fiesta de los toros, la “Peña Taurina Figueres“, bajo el patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de la ciudad , programó un cálido homenaje a don Mario Gelart: la celebración de un festival taurino para el cual, la Organización recibió el ofrecimiento del rejoneador Rafael Peralta y de los matadores Andrés Hernando, Pedro Martínez, “Pedrés“, Fermín Murillo, Antonio Borrero, “Chamaco” y el novillero César Morales, cada uno de los cuales lidió uno de los novillos de las acreditadas ganaderías de José Matías Bernardos, Bernardino Giménez, Pérez de la Concha y Palacios e Hijos.
¿Guerra de liberación?