El pasado fin de semana, la afición taurina catalana acogió con los brazos abiertos al matador de toros Saúl Jiménez Fortes y a su madre Mary Fortes, que pasaron tres días en nuestra región.
El sábado acompañaron a la Escuela Taurina de Catalunya a un tentadero en casa de Ángela Mur, donde los alumnos Mario Vilau, Hugo Casado y Alba Caro torearon una becerra y un novillo bajo la atenta mirada de Fortes. Al finalizar, el matador se sentó con los jóvenes aprendices al lado de la chimenea para escucharles, aconsejarles y mostrarles que con constancia, capacidad de sacrificio y teniendo objetivos claros se puede lograr lo que uno se propone en la vida.
Al día siguiente, domingo, tuvo lugar una charla tranquila entre el propio torero y Paco March. En este último coloquio de UTYAC, Fortes comentó que espera reaparecer de su lesión de rodilla a mediados de junio, cree que la afición le espera y él tiene su sitio ya que si ha estado en el banquillo ha sido por percances y no por haber desaprovechado sus oportunidades; para él los grandes genios actuales son José Tomás y Morante de la Puebla, sin éste último el toreo de capote no hubiera tenido tanta importancia y al igual que su apoderado José Antonio Carretero opina que la temporada pasada es cuando más toros se han cuajado de capa ya que no se corrieron tanto los animales en el campo. De la estructura actual cambiaría los altos costes para organizar novilladas y defiende que el toro pone a cada uno en su lugar. Preguntado por la manipulación de las astas, ni lo negó ni lo criticó, repitió el tópico que el afeitado no evita cornadas y que hace más daño cuando te coge y finalizó diciendo al aficionado en general que si tan inofensivo es un toro afeitado por qué nos da miedo una becerra cuando nos ponemos nosotros delante. Concluyó el coloquio con el testimonio de Mary Fortes, que llegó a salir a hombros de Barcelona en su etapa novilleril, por ese motivo guarda tan buen recuerdo de la ciudad condal y de su afición.