Muy Sr. Mío:
En referencia a su artículo “Malos olores” publicado en el número 1.201 del semanario de actualidad taurina ‘6 toros 6’ con fecha 4 de julio de 2017, en alusión a la corrida de toros celebrada en Muro el pasado 25 de junio y -en consecuencia- a mi persona, sírvase este escrito aclaratorio ante las declaraciones por usted vertidas al respecto.
No debiera ser de recibo, Sr. Arnás, que con el reputado calibre que atesora usted tras décadas al frente de la información taurina, ose a dar cuenta de aquellos festejos a los que no ha asistido. Debiera ser su obligación y responsabilidad el no caer en la desfachatez de dejarse arrastrar por las opiniones de partes interesadas que -supuestamente- utilizan su posición y categoría de prestigioso informador, para vomitar en un escrito toda la rabia por ellos contenida por una más que descarada urdida venganza. Después de tantos años Federico… A estas alturas… Que le pase esto…
En Muro, Sr. Arnás, salió por chiqueros lo que tras más de seis lustros lleva reclamando la afición en Mallorca y en tantos lugares de la geografía: la integridad del toro en su trapío, en sus astas. A pesar de sus contínuas giras de feria en feria; ¿recuerda usted algo de eso?.
Se trata de la totalidad y plenitud del espectáculo en sí con la grandeza y crudeza que conlleva y que debieran ser razones de vanagloria. El milagro del Toro, Federico. La dignidad -en definitiva- de la Fiesta. Una Fiesta vapuleada en la isla tras más de tres décadas por empresarios, toreros, chuflas, intrusos, sinvergüenzas y caraduras varios y, periodistas que, como usted, son incapaces de meter el dedo en la llaga y denunciar los males que pudren los cimientos de la Tauromaquia en un canal de la televisión pública, por ejemplo. Eso sí que desprende malos olores. Lameculos, al fin y al cabo, hartos de asear las posaderas repletas de tanta maloliente defecación taurina. Eso también irrita Sr. Arnás.
Antes de continuar, justo es agradecerle y reconocer, el gesto de que un periodista de semejante prestigio y trayectoria como la suya, tenga a bien la molestia de ocuparse en mis críticas taurinas. ¡Quién me lo iba a decir a mí hace treinta años! Que la voz que hoy en día me retrotrae a mi niñez y que por aquel entonces me instruía taurinamente a través de la pequeña pantalla, iba a seguir de cerca mis modestos escritos y hacerse eco de ellos en un medio de comunicación. Todo un honor. Se lo aseguro.
Efectivamente, Sr. Arnás, este que a su persona se dirige, ‘hizo -en palabras suyas- sus pinitos como torero’. Lo cual, siendo usted un claro ejemplo de ello, de sobra es conocedor que no está reñido ni imposibilita la libertad u obligación de dar cuenta de lo que acontece en el ruedo. Sin embargo, insinúa lo contrario.
La honestidad, la sensatez y el respeto que conlleva el enfundarse el traje de luces y no estar a la altura, son motivos ejemplares más que suficientes para aparcar definitivamente ciertos sueños soñados. Debiera usted hacérselo mirar un poquito y aplicarse el cuento, el del ejemplo de la sensatez y de la honestidad. Aunque sea, un poquito, Sr. Arnás.
Siento corregirle. Pues en mi artículo al que alude referente a la corrida, y que tan orgullosamente rubrico, en ningún momento doy cuenta de mi opinión sobre los astados que saltaron al ruedo. Ni dejo significado que quedase encantado o no con los mal lidiados toros, ni si me gustó o no la corrida, ni me proclamo torista, ni lanzo flores a la empresa. Tengo por costumbre, Federico, el limitarme a narrar lo acontecido. Hágase usted la idea de lo que dejo en el tintero y de las consecuencias que acarrearía si, tal y como me reclama, diera habida cuenta de otros sucesos acaecidos ajenos a los lidiadores. Tanto dejo en el tintero, Sr. Arnás, como estiércol deja usted en la Redacción de La 2 cada sábado.
Pero si lo que le inquieta es conocer mi opinión, pues sí. Efectivamente, la corrida me gustó. Harto del fraude, con el medio toro abecerrado y desmochado hasta las orejas rodando estrepitosamente por los suelos, llegó a Muro la emoción. Ninguno de los de Partido de Resina dobló las manos. Derribaron a los del castoreño que no fueron colocados en suerte en ninguno de los seis calvarios -que no tercios- de varas. Y los banderilleros anduvieron sobrados. Sobrados de pánico. Pregúntele usted mismo al no menos reconocido tercero Fernando Sánchez cómo se las vio y se las deseó al entrar a parear a los suyos. Ande y pregúnteselo. Ninguno de los tres jefes de cuadrillas pudo con la corrida. Pasaron un suplicio toda la tarde.
Innumerables pinchazos, bajonazos, brutales sainetes de sartenazos y descabellos, seis desacertadas y funestas lidias y más de una decena de avisos, que debieron ser más, dieron al traste con una corrida a la que cabe añadir la lamentable sensación que produce ver a los subalternos mendigando apéndices al respetable.
Vamos, que salió el Toro, Federico. Ese que ni usted ni yo recordamos por estar empachados de tanta desvergüenza.
La corrida pesó en el ruedo, lo anoté en la crónica Sr. Arnás. Pero Castaño, Lamelas y C. Escribano embarcaron en el avión sabedores de lo que les aguardaba en chiqueros. La encerrona que sobrevino tras el paseíllo es un acto imperdonable, impropio de espadas de semejante envergadura y que, en otro lugar de la España recóndita más profunda y retorcida, hubiese tenido gravísimas consecuencias. Se los hubiesen merendado a los tres antes de que las Fuerzas del Orden Público procediesen a su detención.
No precisamos que los propios profesionales del toro crucen el charco para venir a darnos el más deshonroso puntillazo. Ni que los reconocidos portales taurinos, movidos cual marionetas por similares hilos que los suyos, difundiesen un vídeo que, sacado de contexto, no se ajustaba a la realidad y por lo que, a día de hoy, continúan sin pedir disculpas.
Ni ellos ni usted, estuvieron en Muro. Divino y exigente rigor el de la información, ¿no Federico?
Como si no hubiésemos tenido suficiente.
Hágaselo mirar un poquito, Sr. Arnás. Aunque sea un poquito. Y no venga usted también a hacer de vientre sobre el toreo en Mallorca que ya tenemos bastante.
Lo suyo sí que desprende ‘malos olores’.
Por cierto, he tenido a bien la gentileza de enviar a la Redacción del semanario 6 toros 6 esta carta que le remito por si, tuviesen a bien su publicación. No me cabe la mínima duda de que, por aquello del tufo al que alude, así será. ¿Verdad Federico?
Conozco a Miguel A. Puertas. También a la afición Mallorquina… he de dir que en Puertas es s’unic que canta clar caigui qui caigui. I aixó es el que fa falta als mitjans de comunicació, especialment a la premsa taurina. De la mateixa manera que feia falta el tipus de toro que van sortir a La Monumental. Ole tus cojones Puertas!
Hola, ¿Se puede leer en algún medio digital el articulo de Sr. Arnás?. Gracias.
Un saludo a todos.
Todos sabemos quien es Arnás: un vividor del sistema, acomodado en el discurso fácil y empalagoso para exagerar los éxitos de las figuras y tapar las vergüenzas de la Fiesta derivadas de las imposiciones de la mafia taurina.La credibilidad de Aznar es cero.Poco puede aportar el que no puede ejercer el periodismo y la crítica de manera independiente.Quienes están dentro del sistema, como el señor Arnás,nunca osarán morder la mano que les da de comer.Si una cosa son es la de ser fielmente agradecidos a las figuras y demás figurantes del monopolio-mafia taurino.
Felicitar , por otra parte, al señor Puerta por su integridad, valentía y sobrada afición. Y valentía no solo por no doblegarse ante las presiones e insultos de algunos chuflas sinó también por tener el valor de seguir leyendo o escuchando a gente como Arnás.
En mi comentario he escrito Aznar en vez de Arnás. Mala pasada del teclado!
Son iguales de asquerosos, no pasa nada…
VAMOS, YO DESPUÉS DE ESTE ARTÍCULO DE RÉPLICA DEL SR PUERTAS, SI FUERA EL DIRECTOR DE LA REVISTA 6 TOROS 6, LO FICHO COMO REDACTOR JEFE, CON COLUMNA FIJA Y EDITORIAL. EL REPASO LITERARIO RESULTA CLARO, CONCISO Y MUY DIFÍCIL DE SUPERAR. NO ESTUVE ALLÍ Y NO PUEDO OPINAR, PERO LO PRIMERO QUE TENÍA QUE HACER ARNÁS ES CONTRASTAR. CON- TRAS-TAR. ¿DÓNDE SE HA SACADO EL CARNET DE PERIODISTA? YA ERA HORA DE LE DIERAN ESTOS TRES AVISOS. LE HAN TIRADO, PERIODISTICAMENTE, UN BUEN TORO AL CORRAL.
Federico Arnas!
Gracias por todas las firmas que recogió por la ILP dando una lección al resto del sector!
Y a usted Miguel Ángel puertas que sepa que si siguen celebrándose corridas en palma es gracias a personas como Federico arnas si le escuece lo que opina se arrasca estaría bueno que usted pueda dejar sin cabeza a medio escalafón y el no pueda estar con contra de su opinión
Cuando todos los aficionados sabemos de la suciedad que envuelve el toreo (reses, despachos, matadores, hombres de plata etc) un artículo así pone puntos sobre algunas íes. Siempre se ha sabido del sobre al periodista por parte del apoderado. Siempre hemos visto pitones sospechosamente “terciados” (yo mismo vi una vez un “arreglito” de 3 ó 4 cm”) Pues ya basta. Miguel Ángel esa carta a Arnás es un toque reivindicativo de la honestidad que debería haber, no como excepción sino como norma habitual. Todo lo otro es fraude, engaño y perversión. Gracias maestro.
Totalmente de acuerdo con el articulista, del cual quizás debería de aprender bastantes cosas el Señor Arnás, que o bien se le han olvidado, no se si por razón de edad, o por conveniencia propia y ajena.