Una de les actuaciones más sobresalientes de la tarde fue, sin duda alguna, la que protagonizó el caballero en plaza jerezano Álvaro Domecq. El joven y famoso rejoneador conjuntó una admirable labor y destacó, principalmente, con sus jacas “Triunfo” y “Verónica” que le posibilitaron la ejecución de un sobrio, dominador y eficaz toreo. Despenó al de Pinohermoso de un rejón de hoja de peral y, pie a tierra, recetó una estocada y un descabello con el de cruceta. Cortó un auricular apéndice de su boyante antagonista.